Imagen: Foto Bazar
-¡Se aproxima el fin del mundo!-Exclamó Nostradamus, que, por una vez, era claro en su predicción.
-No diga usted esas cosas, Nostradamus. Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice. -dijo Sigmun Freud, al tiempo que se sentaba.- Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla.
-I have a dream- sentenció Marthin Luther King, incorporándose a la reunión.
-Aquí tenemos un político -añadió Groucho March, que se unía en ese momento al debate.-La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados. Eso es lo que pienso, si señor.-dio una profunda calada a su puro.
-Dejen Vuestras Mercedes de perder las energías en vanas conversaciones, y miren que no se les pase la oportunidad de aprovechar estos escasos ratos de disfrute, en los que podemos gozar de tranquilidad y sosiego, campando a nuestras anchas por la vida, que después vendrán las lamentaciones. Sepan Vuestras Mercedes, que el que no sabe gozar la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se pasa.-Explicó Miguel de Cervantes, mientras todos escuchaban atentamente.
-Tiene mucha razón, Don Miguel.-afirmó Oscar Wilde.-A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante, como está sucediéndonos hoy.
En ese instante, sonaron las campanadas de un reloj y todos los integrantes de la reunión se levantaron súbitamente, saliendo despavoridos, cada uno en una dirección. Todos se dirigieron a sus puestos.
Dos horas más tarde, un niño caminaba por los corredores, de la mano de su madre.
-¡Mamá, ese hombre de ahí me ha guiñado un ojo!.
-No digas tonterías, hijo. Eso no es un hombre, es la figura de Walt Disney. Tendría que haber esperado más para traerte al museo de cera.
* Nota: para algún despistado: Las frases en color azul, fueron pronunciadas por los personajes descritos, en su vida real..