Hace 13 horas
Publicado por
Perikiyo
El viaje transcurría con tranquilidad.
Mientras él conducía, ella consultaba un mapa.
– Cari, ¿qué tal si improvisamos un poquito y nos desviamos aquí?
– No, querida. Sabes que no es una buena idea.
– Lo pasamos tan bien la última vez que vinimos... – Recordó ella con la mirada perdida. –Estaba todo lleno de monumentos, buenos paisajes y aire sano.
–Ya, querida, pero este lugar ha cambiado mucho desde entonces. Acuérdate de lo que nos contaron los vecinos, que vinieron aquí hace poco. No fueron bien recibidos. Los lugareños se han vuelto hostiles con los foráneos. El urbanismo atroz ha destruído muchos de esos monumentos y paisajes. Además, las numerosas industrias que se han creado aquí en los últimos tiempos, han ensuciado el aire, que ahora ya no es tan sano. Con la riqueza que se ha creado, les ha llegado la desigualdad. Ahora se roban y se matan entre ellos. –La tranquilizó cogiéndole la mano– No te preocupes, querida. Vamos a pasar las mejores vacaciones de nuestra vida. Pero no será aquí.
–Tienes razón, cari. Me he dejado llevar por los recuerdos.
El vehículo continuó su marcha sin desviarse.
Por la ventanilla, se veía, cada vez más pequeño, un hermoso planeta azul.
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ECOLOGIA,
Microrrelato,
REFLEXIONES
40
comentarios
Perikiyo...
ResponderEliminar¡jo¡ otra vez me vuelves a dejar boquiabierto con tus desenlaces. Una acertada reflexión sobre lo que estamos haciendo con nuestro planeta. Impecable.
Un abrazo
Monsieur, qué bonito. Hoy nos deja un relato para reflexionar mucho. Es así, es la pura realidad. Nos lo estamos cargando todo, lo sabemos y aun así no lo cambiamos.
ResponderEliminarMenos mal que en sus finales siempre hay esperanza, y en este caso es la posibilidad de otros lugares mejores en los que vivir y pasar las vacaciones.
Feliz tarde
Bisous
...que bueno, Perikiyo¡...para reflexionar...y con razón. Un cordial saludo y felicitaciones por estos estupendos microrelatos.
ResponderEliminarRamón
Relato que invita a la reflexión, es posible que acabemos así; bueno, ya casi lo estamos. Todo lo que cuentas de la madrágora es así, aunque yo me centré fundamentalmente en lo literario.
ResponderEliminarLa mandrágora es una planta muy bonita, pero a nadie deja indiferente.
Gracias por comentar en tijerasdepapel.
Un abrazo
Un final que da mucho que pensar.Muy bueno.
ResponderEliminarPor eso están tan interesados en buscar vida en otros planetas...Llegará un día que aquí no podamos vivir?
Tendremos que empezar a buscar en serio soluciones!!
Un beso
Más que una narración con desenlace ficticio es una premonición que invita a la reflexión digna de tener en cuenta. Has descrito magistralmente lo que ocurre con nuestro hermoso Planeta Azul. Si pudiéramos más de uno emigraríamos a otros Universos, a pesar de nuestros bellos recuerdos.
ResponderEliminarUn beso
Hola, Félix.
ResponderEliminarEstamos siendo muy dañinos con nuestro entorno.
Somos así... los reyes de la evolución, nada más y nada menos.
Muchas gracias.
Un abrazo.
Madame, tiene usted toda la razón.
ResponderEliminarSabemos perfectamente qué es lo que hacemos mal, pero no ponemos remedio.
¿Por qué seremos tan puñeteros?
En fin, como usted dice, tendremos que mantener la esperanza.
Buenas noches.
Muchas gracias, Ramón, nuestro maestro del Photoshop.
ResponderEliminarSaludos.
Antorelo...
ResponderEliminarEfectivamente, ya casi estamos así. Si no ponemos remedio, estamos abocados a ese destino.
Gracias por tu comentario.
Saludos.
Hola, Laura.
ResponderEliminarTienes mucha razón. Debemos buscar soluciones, ya. Creemos que nunca va a llegar un punto de inflexión, en el que ya no haya remedio. Pero llegará, si no lo remediamos pronto.
Besos.
Hola, Katy.
ResponderEliminarCiertamente, ya hay corrientes científicas que están a favor -y muy en serio- de evacuar a la humanidad a otro planeta, ya que éste dejará de ser habitable en poco tiempo, si no ponemos los medios para evitarlo.
Un beso.
Y sin embargo, seguro que desde la ventanilla se veía hermoso como en la foto. Lástima que a veces tengan que venir de fuera para que aprecies lo que tienes...y ni por esas...
ResponderEliminarMuy bueno, como de costumbre. Intrigado por saber las maravillas estelares que vieron durante las vacaciones. Las imaginaré, con tu permiso ;)
Un saludo.
Explorador...
ResponderEliminarEfectivamente, no sabemos apreciar lo que tenemos.
Por cierto, permiso concedido. ;)
Saludos.
La verdad que nos has trasladado a nuestro futuro,como si fuesemos en la máquina del tiempo, prediciendo lo que puede llegar a ocurrir aunque siempre queda la esperanza que todos contribuyamos por mantener nuestro planeta tal y como los disfrutamos aún...Con lo bonito que es!
ResponderEliminarTe he dicho alguna vez que eres genial?
Muaks
¡Qué bueno! me encanta. Así es, recordando el pasado desde algún momento en el futuro.
ResponderEliminarUn saludo,
Amigo Pedro:
ResponderEliminarMiedo me da entrar a comentar tus artículos. Están tan llenos de sabiduría, acierto, oportunidad, veracidad e intriga que no se como expresar mi opinión, pues tanto quiero decir como alabanza merecida a los mismos, que a veces me quedo mudo. No creo que sea mía la frase, paro la digo muy a menudo: ¡¡Que se pare este mundo, porque me quiero bajar!!
Mi sincera enhorabuena y te ruego sigas sorprendiéndonos con tus relatos.
Un abrazo
v.j.
Como siempre una excelente entrada con un final inesperado.Y que da mucho que pensar,
ResponderEliminarUn abrazo.
Delicioso relato, Perikiyo. A su regreso, sería interesante que contaran sus experiencias y sus visiones. Sería una lástima que llegásemos a esto en un futuro. Un beso
ResponderEliminarHola, Alalba.
ResponderEliminarAún podemos remediarlo, aunque, francamente, a medida que pasa el tiempo, no se ve mucho movimiento.
La esperanza nunca se debe perder.
Muchas gracias, amiga.
Muaks.
Nacho...
ResponderEliminarMuchas gracias. Ojalá nunca llegue un futuro en el que haya que recordar un pasado mejor.
Mala herencia le vamos a dejar a nuestros hijos, si seguimos maltratando así nuestro entorno.
Saludos.
Uvejota, estoy abrumado por tus palabras.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Es verdad: a veces dan ganas de que paren el mundo, para bajarse. Lo malo es que no tenemos estación en la que apearnos.
Saludos.
Sagitaire, muchas gracias.
ResponderEliminarEs un asunto en el que debemos pensar continuamente, pero lo hacemos menos de lo debido.
Saludos, compañero.
Meg, seguro que a su regreso traerán fotos. Al fin y al cabo, están de vacaciones.
ResponderEliminarEn fin, nuestro futuro puede ser diferente al que se describe en el relato, pero va camino de ser igual. No hace falta ser un visionario, para ver el rumbo que estamos tomando.
Más les valdría a todos esos mandatarios que se reúnen en cumbres, para reducir la contaminación -que luego no reducen- pensar en un futuro que vaya más allá de los próximos veinte años.
Gracias, Meg.
Un beso.
Has clavado lo que está pasando por la Tierra en estos momentos, una pena que nos carguemos ese precioso planeta azul.
ResponderEliminarSaludos
Flores, me pediste uno de naves espaciales y extraterrestres, y esto es lo más parecido que se me ha ocurrido. La pena es que, de ciencia ficción, tiene más bien poquito.
ResponderEliminarSaludos.
Me has pillado un poquito en la hinopia, las naves espaciales se intuyen y están presentes, en algún sitio van subidos...
ResponderEliminarPlanetas conocidos y extraños también hay, bueno se intuyen, si pasaron unas vacaciones ahí es que viven en otro...
Veamos, salen naves espaciales, extraterrestres... perfecto son los mimbres imprescindibles para la ciencia ficción.
Saludos
Bien Flores, en ese caso, me alegro de haber cumplido. ;)
ResponderEliminarAlucinante! como siempre alucinante! :)
ResponderEliminarMuy reflexivo, aún situándonos dentro del planeta hay lugares que han sufrido la transformación por la mano del hombre y poco a poco están perdiendo su esencia.
ResponderEliminarOjalá no lleguemos a esa situación que planteas.
Saludos mi estimado Perikiyo ;)
Estupendo relato, una vez más. Impresionante esta vez y me lo quedo apuntado por si me sirve para una clase de ecología con los de 3º de ESO.
ResponderEliminarUn abrazo.
Akanesita, muchas gracias por tus alucinaciones. :)
ResponderEliminarSaludos, amiga.
Gracielawer...
ResponderEliminarEl ser humano es la especie más dañina que ha pisado nuestro planeta. Resulta paradójico que sabemos remediarlo, pero no lo hacemos.
Muchas gracias por venir, amiga.
Negrevernis, es todo tuyo. Sería un honor que lo usaras en clase.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Un abrazo.
Que bueno, como siempre, pero que pena que pueda llegar a ser verdad...
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias, Laura.
ResponderEliminarEs cierto, podría llegar a ser verdad en un futuro. Además, no sería muy difícil que eso sucediera.
Una pena.
Saludos.
Espero que esto se quede en un hermoso cuento que nos haga reflexionar, que nos mueva a tomar conciencia que vivimos en un paraiso que tenemos la obligación de cuidar por que los primeros perjudicados seríamos nosotros.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Un abrazo.
Ay querido amigo. Cuanta razón tienes. A veces me pregunto qué mundo estamos construyendo para nuestros hijos, para nuestros nietos.
ResponderEliminarQué les quedará de este cachito de universo que no cuidamos en absoluto, como si no importase nada, como si fuesemos los amos y señores del cachito de tierra en el que nos ha tocado vivir.
Por cierto, me has recordado a los Supersónicos (jo, últimamente me da por los dibus, jaja). Me encantaban cuando era pequeña. Me he imaginado a los protagonistas de tu historia con las caritas de George y Jane Jetson. Anda que...
Mil besos, mi amigo. Cuídeseme mucho, si? :)
Ojalá, Ceferina.
ResponderEliminar...Ojalá.
Besos.
Elena, tienes razón.
ResponderEliminarMala herencia estamos dejando.
Encima, los científicos están perdiendo la fe y comienzan a pensar en abandonar la tierra dentro de un par de siglos o tres, y ocupar otro planeta habitable que encuentren por ahí.
¿Verdad que eran graciosos los Supersónicos? Je,je. Siempre me haces sonreir.
Gracias. Muchísimas gracias, queridísima Elena.
Muacks.