Cuando cruzaron el pueblo, el soldado Carpenter iba asomado por la escotilla superior de su carro de combate.
Vio unos niños jugando a las canicas, para los que un convoy de guerra no suponía ya una novedad.
Tan solo una niña, que abrazaba cariñosamente a una desharrapada muñeca, levantó el brazo para saludar a Carpenter.
Pasados dos días, obligados a retroceder por un cambio de estrategia, volvieron a cruzar aquel pueblo, ya convertido en escombros.
Carpenter detuvo su vehículo unos instantes, se asomó por la escotilla superior y observó cómo un perro mordisqueaba una muñeca manchada de sangre.
Yo no repiro
ResponderEliminarEs la cruel realidad de muchos países en guerra :(
ResponderEliminarSeco como una tormenta de arena...pero con tu permiso, me acojo a la esperanza, aunque sea difícil de aguantar. Esa niña ha tenido miedo y ha estado en peligro, nunca volverá a saludar soldados...pero pervive.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Hola Perikiyo!! Muy bueno amigo. Lo terrible es que pasa en la realidad.
ResponderEliminarBesosssss
Eso trae la guerra: muerte y desolación.
ResponderEliminarSaludos
Hola, Oscar.
ResponderEliminarNo entiendo tu primer comentario. En cuanto al segundo, la guerra es, efectivamente, una cruel realidad que, a pesar del paso de los siglos, sigue presente. Parece que no hemos evolucionado tanto como creemos.
Saludos.
Explorador, haces bien. La esperanza no se debe perder. Por encima de los errores que cometemos los seres humanos, siempre puede haber un rayito de esperanza.
ResponderEliminarExiste la posibilidad de que la niña viva, claro que sí.
Saludos.
Negrevernis, puede que me haya pasado, ¿verdad?.
ResponderEliminarSí, Gabriela. La realidad es incluso peor.
ResponderEliminarBesos.
Hola, Antorelo.
ResponderEliminarEfectivamente, eso trae la guerra.
Eso y mucho más.
Saludos.
Un relato tan doloroso como real. Y ojalá la guerras fuesen igual de breves que esta historia.
ResponderEliminarSaludos perikiyo, aqui sigo a pesar de las ausencias ;)
Qué horror, pero así son las cosas, y ese es el destino cada día de miles de niños en todo el mundo. Nunca pensaremos suficiente en ello. Si lo hicieramos, seríamos capaces de detener la locura de la guerra.
ResponderEliminarFeliz dia
Bisous
¡Tristísimos efectos colaterales! ¿Serán contabilizados como víctimas?
ResponderEliminarSaludos.
Quede en shock. Es tan real y tan doloroso :(
ResponderEliminarUn abrazo amigo. Amo la fuerte verdad en tus cortos y excelentes escritos
Gracielawer, me alegro muchísimo de que sigas ahí, a pesar de las ausencias. ;)
ResponderEliminarBesos.
Madame, hace usted una reflexión muy acertada y sensata. Es cierto que nunca pensaremos lo suficiente en ello.
ResponderEliminarBisous.
Francisco, creo que sí serán contabilizados como víctimas. Mueran o no, son víctimas.
ResponderEliminarSaludos.
Akanesita, creo que por eso es tan doloroso, por que es real. Tristemente real.
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga.
Un fuerte abrazo.
Hello Pals,
ResponderEliminarJust joined the gang. Hope to have good time here.
luv
Riya
Un saludito cariñoso antes de seguir trotando. He querido aprovechar este ratito para conectarme desde el hotel, para recordarte que hecho de menos a los amigos.
ResponderEliminarUn beso y hasta mi vuelta
P.D. Nada alentador y muy triste tu post.
que tal..! pasaba a saludarte
ResponderEliminary a invitarte a pasar por mi blog..
he subido un texto nuevo..
te dejo un fuerte abrazo!!!
Hola Perikiyo!! Vine a saludarte y a decirte que tengo un regalito en mi blog. Si lo quieres está esperándote.
ResponderEliminarBesossssss
Me hacen falta sus escritos amigo. Un abrazo!
ResponderEliminarTerrible y crudo tu relato, desgraciadamente tan real que duele el alma.
ResponderEliminarSaludos.
Solo la palabra guerra,es horrible, por todo el dolor y destrucción que conlleva.
ResponderEliminarTu relato es corto y profundo, en pocas palabras nos has descrito lo que es una guerra.
Saludos.
Qué crudo relato, Perikiyo, y qué lamentable que sea tan real. Asusta.
ResponderEliminar