Involución.



Cuando se quedó sola en su habitación, se sentó ante el espejo del tocador, mirándose la mejilla enrojecida y el labio partido, del que asomaba una pequeña gota de sangre.

Sin parpadear,  veía en el espejo la imagen de una mujer asqueada, de gesto agrio, mandíbula apretada y mirada seca, que lamentaba haberse enamorado de la persona equivocada.

Recordó tiempos mejores, en los que era colmada de atenciones, regalos, caricias, besos, sonrisas y la promesa de una vida mejor.

Revivió momentos en los que fue tratada como una reina, con la espectativa de vivir feliz para siempre.

En ese instante, las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.

Golpeó con fuerza la mesa del tocador y maldijo la hora en la que perdió, en mitad de una escalera, aquel dichoso zapatito de cristal.




Dedicado a todas las reinas y princesas, que se ven convertidas en cenicientas.
Category: 29 comentarios

29 comentarios:

  1. Y que son demasiadas para que nuestra sociedad lo pueda asumir.
    Un hermoso gesto el suyo, monsieur.

    Feliz tarde

    Bisous

    ResponderEliminar
  2. Que lamentablemente son muchas, supongo. El amor es ciego...y el destino, sarcástico y cruel, muchas veces. Trágico relato.

    Un saludo :)

    ResponderEliminar
  3. Ahhh, que susto....Desde luego eres único!!
    Tus relatos como los huevos Kinder esperamos la sorpresa:)
    Que pases un buen fin de semana.
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Me temo que hay muchas cenicientas, destronadas del trono del amor. Me incluyo.

    Un besazo.

    ResponderEliminar
  5. No sé si es cosa tuya o no, pero en caso afirmativo, te agradezco enormemente que dieses el nombre del blog de Nuncajamás para el blog de Ciudadonlinetv.

    Gracias.

    P.D.: si quieres puedes borrar este mensaje, por supuesto.

    ResponderEliminar
  6. Que hermoso! Y que lastima que esta historia se repita cada vez mas en nuestro mundo :(.

    Me encantó como la relataste.

    y, me alegra poder ser la primera en comentarlo :)

    Saludos!

    ResponderEliminar
  7. Uf¡¡¡
    Princesas venidas a menos, cuanto cuesta que tu princesa siga siendo tu princesa.
    Sorprendente como siempre.
    Saludos

    ResponderEliminar
  8. Sí, Madame, son demasiadas.
    Muchas gracias.

    Que tenga usted el mejor de los domingos.

    ResponderEliminar
  9. Tienes razón, Explorador.
    Quien se ciega por amor, no es capaz de adivinar el destino que le espera, si da con la persona equivocada.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  10. Laura M., muchísimas gracias por tus palabras.

    Te deseo, igualmente, un buen fin de semana.

    ResponderEliminar
  11. Sechat, siento muchísimo que seas una cenicienta destronada. Espero que vuelvas a convertirte en la princesa que nunca debiste dejar de ser.

    Un besazo.

    P.S.: En Ciudadonline TV no me preguntaron por ningún blog, pero ahora que lo mencionas, me alegro muchísimo de que lo hayan tenido en cuenta. Es un buen blog, así que lo merece.

    Otro besazo.

    ResponderEliminar
  12. Akanesita, muchas gracias.

    Es una tragedia que esta historia se repita una y otra vez.

    Seas o no la primera en comentar, siempre es agradable tenerte por aquí ;)

    Saludos.

    ResponderEliminar
  13. Flores, en realidad, no cuesta tanto.

    Basta un gesto amable cada día, una sonrisa, un gesto cómplice, un beso... no hace falta mucho más.
    Lo que pasa es que, por alguna extraña razón, los gestos más sencillos son los que más trabajo nos cuesta mostrar.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  14. Demasiadas cenicientas, sí... Aunque sean las que sean, siempre serán demasiadas.

    ¡Qué complicado saber si es la persona adecuada cuando uno se enamora...!

    Gracias por tus relatos.

    Un besito, guapo.

    Lourdes.

    ResponderEliminar
  15. Hola Perikiyo, cuantas mujeres ánónimas llamadas a ser princesas de un solo amor, se ven ahora en ese estado y en silencio sin tan siquiera atreverse a compartir su dolor.
    Un bello homenaje a la mujer, llamada a compartir el amor en igualdad y nunca minosvalorada
    Ojalá todas la mujeres puedan encontrar su zapatito de cristal sin lágrimas.
    Un beso

    ResponderEliminar
  16. Hola, Perikiyo, son muchas las princesas que perdieron su zapato: el tiempo es implacable con las relaciones. Pero igualmente son muchos "los príncipes" que perdieron la bota. Me gutó tu relato.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  17. Lourdes...

    Es verdad. Sean las que sean, son demasiadas, aunque sólo fuese una.

    Un besazo, guapa entre las guapas. ;)

    ResponderEliminar
  18. Hola, Katy.

    Me uno a ese deso tuyo. Ojalá.

    Besos y feliz comienzo de semana.

    ResponderEliminar
  19. Sí, Antorelo. Son muchos los príncipes que perdieron la bota, pero muy pocos los que pueden mirarse las heridas de la cara en un espejo. En cambio, muchas de ellas...

    Saludos.

    ResponderEliminar
  20. Ojalá se quedara en un cuento imposible... Bella historia de Cenicienta, trágica en su realidad.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  21. Auch! triste pero real relato. Para muchas el cuento de hadas no termina con un "felices para siempre".

    Por cierto muchas felicidades por la mención televisiva!! Lo mereces por ser tan genial.

    Besos amigo :)

    ResponderEliminar
  22. No sé que es peor: Si convertirse en "Cenicienta" después de haber sido "Princesa", o nacer, vivir y morir como "cenicienta". Que también las hay.
    ¡¡Ah y no hagamos distinción de género!! También hay protagonistas masculinos del sufrimiento.
    Un abrazo
    v.j.

    ResponderEliminar
  23. Mi querido amigo... adoro venir a tu casa, leerte, saborear tus palabras lo mismo que se saborea ese bombón de chocolate y naranja que tanto me gusta.
    Hoy estoy de guardia en Violencia y no es el mejor día para leer esto, hoy, como tantas otras veces- a veces no se si esta profesión es lo mío- he vivido de cerca el drama de esas princesas que no deberían haber asistido nunca al baile. Y no se, tengo un nudo en la garganta que me impide seguir escribiendo nada más.

    Solo darte las gracias por este pequeño y bello homenaje y dejarte un beso tan grande como el sol.

    ResponderEliminar
  24. Un tema que has sabido llevar con ternura a pesar de ser tan doloroso.
    Te dejo mi aplauso.


    mariarosa

    ResponderEliminar
  25. Negrevernis, me uno a tu deseo.
    No eniendo por qué cada vez hay más casos de maltrato por año.
    Parece que quisieran batir un récord.

    Es triste, muy triste.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  26. Gracielawer, el felices para siempre es un tópico que, como bien afirmas, no siempre se cumples.
    Muchísimas gracias por tus palabras.

    Un beso, amiga mía.

    ResponderEliminar
  27. Uvejota, nos dejas una buena reflexión. Yo tampoco sé qué es peor.

    Pero hay una cosa en la que discrepo.
    Es cierto que no se debe hacer distinción de género, en ningún ámbito. Lo malo del asunto que nos ocupa, es que, por regla general, el maltrato físico se da del género masculino hacia el femenino. Claro que hay excepciones, pero son eso: excepciones.

    Gracias por tus siempre reflexivos comentarios.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  28. Elena, ...ay, mi querida Elena.

    Dices que a veces piensas que esa profesión no es lo tuyo.

    Pero si eres la mejor abogada del mundo mundial, ;) ¿o es que ya no te acuerdas?

    Creo que hacen falta muchas más personas como tú en tu profesión.
    De hecho, creo que hacen falta muchas más personas como tú en todos los ámbitos.

    Un beso tan grande como el sol, también para tí.

    ResponderEliminar
  29. Mariarosa...

    Recojo tu aplauso con gran gratitud.

    Bienvenida a Barataria.

    ResponderEliminar

¡¡¡ AVISO IMPORTANTE !!!
He activado la moderación de comentarios.
Tu opinión será visible tras la aprobación.
Gracias por dejar tu huella en este humilde lugar.

Related Posts with Thumbnails