Imagen: Foto Bazar
De la noche a la mañana, los colores ya no existían. María no veía nada.
Alcanzó a tientas el interruptor de la lamparita que estaba en su mesa de noche y lo accionó.
Seguía sin ver nada.
Apartó las mantas para levantarse y notó el frío del suelo en las plantas de los pies.
Mientras Caminaba, iba palpando la rugosidad de la pared, hasta tocar la suave superficie barnizada de la puerta. Localizó el pomo y la abrió. Estaba nerviosa y asustada. Seguía sin ver nada. Su respiración se agitaba a cada instante.
Salió al pasillo con el corazón golpeándole el pecho.
Siguió caminando, temerosa, tocando la pared, temblorosas las manos, hasta que encontró un interruptor. Lo pulsó, agitada, pero seguía sin percibir la más mínima luz.
Comenzó a sudar.
Pegó la espalda a la pared y fue deslizándose lentamente hasta quedar sentada en el suelo.
Golpeó las baldosas con todas sus fuerzas y rompió a llorar desesperadamente, con la cabeza entre las rodillas, en un gesto de impotencia y resignación.
Había vuelto a ocurrir.
Otra vez, soñó que recuperaba la vista.
Buenas noches, Periquillo:
ResponderEliminarPrecioso el relato, que me hace reflexionar sobre lo poco que valoramos lo que tenemos... Soñamos con tantas cosas absurdas al fin y al cabo...
Gracias por estos momentos. Vienen muy bien de vez en cuando.
Un besito.
Mira que es triste que tus sueños no se hagan realidad, sueños , sueños son...Pero perder la vision es nefasto, me has hecho recordar una anecdota triste en mi vida:
ResponderEliminarMi padre me llevo al altar con poca vision y cuando vine de viaje de novios le traje un detalle, un reloj de cadena y ya no veia, su ojos quedaron oscuros para siempre.Lloró, desconsolado por no poder haber visto ni el reloj ni tantas cosas que le quedó por ver hasta el final de sus dias.
Perdona el haberme extendido tanto, pero me has tocado la fibra
Muaks.
Desde luego que hace pensar en lo poco que valoramos los dones que tenemos en la vida y a que otros les falta...cuan grande es poder ver o escuchar lo que la vida nos ofrece...me ha encantado el relato escribes muy bien y sobre cosaa muy veraces, un abraxo cielo...
ResponderEliminarNo es necesario explicar porque, pero me ha conmocionado, es tan...real.
ResponderEliminarY por supuesto has mantenido el suspense hasta el final, siempre me sorprende como resuelves los finales, te quedan redondos, perfectamente cerrados, en un relato corto eso me parece muy dificil de conseguir.
Besinos.
Perikiyo: bendito sea el día en que entraste a formar parte de la familia de los Cuentacuentos... Quizás fue este el empujón que necesitabas para potenciar tu genial creatividad latente.
ResponderEliminarEnhorabuena amigo: estás bordando las historias.
Un abrazo sentido.
Admiro lo que escribes querido Perikiyo, pienso que para ser una buena historia, esta te debe transformar, conmover, hacerte reflexionar, y tú cumples todas esas características.
ResponderEliminarAl igual que Alalba me has conmovido, recordando algunas experiencias personales.
Enhorabuena amigo mío y que tengas una hermosa semana de creatividad. Voy a esperar con ansias tu próxima entrada.
Perikiyo, otro magnifico relato, con un final inesperado. Sabes cómo me gusta leerte. El tacto y la forma de provocar una reflexión cuando escribes me hacen conectar completamente con tus relatos.
ResponderEliminarYa espero impaciente el siguiente.
Muchos besos.
Maravilloso relato, siempre debemos agradecer y valorar todo lo oque tenemos, un gusto leerte
ResponderEliminarﻷღﻷ ﻷღﻷ ﻷღﻷ ﻷღﻷ ﻷღﻷ ﻷღﻷ ﻷღﻷ ﻷღﻷ ﻷღﻷ ﻷღﻷ
El cielo esta dentro de ti.
Aprende a vivir en el paraíso.
No es preciso morir para ir al cielo. No.....
Aprende a crear el paraíso de la alegría.
Perdona siempre y sigue adelante evitando cansarte.
No des importancia a lo que dicen de ti.
Deja que tu alegría brote de lo intimo
de tu corazón bueno y generoso...
ﻷღﻷ ﻷღﻷ ﻷღﻷ ﻷღﻷ ﻷღﻷ ﻷღﻷ ﻷღﻷ ﻷღﻷ ﻷღﻷ ﻷღﻷ
Que disfrutes de una linda semana y gracias por tus lindas visitas a mi rincon.
Es un relato emocionante, el final sorpresivo, me dió tristeza, la ceguera me provoca tristeza, en un momento pensé que sería al reves, que volvería del sueño y recuperaría la vista... Leí mucho final feliz en mi vida...
ResponderEliminarUn abrazo Perikiyo, y que tengas una buena semana.
Hola Perikiyo, que angustia. Cuanta gente vive en la oscuridad soñando este mismo sueño que tan bien has narrado. Breve pero intenso. Para mi el sentido de la vista es el más importante. Aunque hay otros ojos, los del alma que lo superan.
ResponderEliminarBello y sugerente relato, que invita a la reflexión.
Un beso y feliz semana
Que desesperacion, el momento en que se despierta solo para darse cuenta de que todo habia sido un sueño.
ResponderEliminarQue crueldad incluso en casos como este. A veces los sueños son nuestros mayores enemigos.
Feliz comienzo de semana, monsieur
Bisous
¡¡Uff… que forma de “engancharme” a tus relatos!!
ResponderEliminarPor conocer el final, a veces me falta la respiración por el agobio de leer de un tirón, jejeje…
¡Enhorabuena!, has conseguido lo que pretendes.
Cordiales saludos
v.j
Ay Perikiyo, bastante emocionante. Justo ayer volví a ver "First sight" por eso me emocioné más.
ResponderEliminarSaludos desde Argentina
Elisa
¡Qué fuerte! Desconcertante y angustiosa a partes iguales tu historia. Muy buena, de verdad.
ResponderEliminar¿Quién no habrá pasado por esta agonía?Horribles despertares,con un inmenso sentimiento de desesperación a darse cuento que tan solo fue un sueño....
ResponderEliminarMis felicitaciones por tan estremecedor relato que describe muy bien esta agonía.
Mis mejores deseos para tu inicio de semana y un muy cordial abrazo.
PD Una vez más gracias por mencionar mi blog como fuente de la imagen.Me alegra mucho ver que sigue pudiendo resultarte útil.Es todo un honor para mí.
¡¡¡Lourdes!!!
ResponderEliminarNo sabes cómo me alegra verte por aquí.
Me alegro de que te haya gustado.
Gracias a tí, por asomarte a Barataria.
¡¡Muchos besooooos!!
Hola, Alalba.
ResponderEliminarSiento mucho lo ocurrido a tu padre.
La vida, a veces, nos obliga a experimentar vivencias realmente tristes.
No pidas persón por extenderte. Tus palabras siempre son bienvenidas aquí.
Besos, amiga.
Hola, Arwen.
ResponderEliminarEfectivamente, siempre valoramos las cosas una vez que las hemos perdido.
Es un defecto que traemos de fábrica.
Gracias por tus siempre cariñosas palabras.
Un beso.
Hola, Fabia.
ResponderEliminarSí. Es real como la vida misma.
Gracias por tus palabras. Siempre tienes algo agradable que decirme.
Besinos para tí también.
Hola, Onminayas.
ResponderEliminarEl empujón me lo diste tú, en uno de tus comentarios, hace un tiempo.
Quizás no lo recuerdes, pero eres el culpable de que yo empezase escribir relatos.
Gracias.
Un fuerte abrazo.
Hola, Orianna.
ResponderEliminarSiento mucho que hayas tenido experiencias personales, relacionadas con lo que cuento en mi relato.
Gracias por estar siempre ahí.
Feliz semana, amiga.
Besos.
Nikkita, me has subido el ánimo.
ResponderEliminarAgradezco mucho tus palabras, sobre todo, viniendo de la autora de uno de los mejores blogs que he visitado nunca.
Muchos besos, amiga.
Hola, Lucero.
ResponderEliminarSiempre vienes envuelta en un aura de positividad y belleza.
Tu presencia aquí es un regalo.
Besos.
Hola, Cris.
ResponderEliminarLos finales no siempre son felices. Qué le vamos a hacer. Así es la vida.
Agradezco tu visita.
Feliz semana.
Madame, hay sueños ilusionantes. Otros dolorosos, que se tornan pesadillas cuando despertamos y vemos que eran sólo eso: sueños.
ResponderEliminarFeliz semana, Madame. Beso vuestra mano.
Hola, Katy.
ResponderEliminarPara mí también es el más importante.
Y aunque, como dices, los ojos del alma pueden superar a los que tenemos en la cara, debe ser muy duro no poder ver. Sobre todo, si no se ha nacido así. Quien nace viendo y pierde la vista después, recibe un castigo de una magnitud inimaginable.
Gracias por asomarte por aquí.
Feliz, semana.
Besos.
Hola, Uvejota.
ResponderEliminarRespira hombre, respira. Je,je,je.
Muchas gracias por tus palabras.
Agradezco que siempre tengas un ratito para visitar mi rincón.
Saludos.
Hola, Elisa.
ResponderEliminarEsa película es todo un drama.
No me extraña que te hayas emocionado.
Gracias por venir.
Besos.
Hola, Sechat.
ResponderEliminarUna vez leí una entrevista que hicieron a un gran escritor. Decía que la primera frase de una novela es fundamental para el desarrollo de la misma.
La primera frase de este relato es tuya.
Muchas gracias por proporcionármela.
Besos.
Hola, Sagitaire17.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus felicitaciones.
Gracias también por la imagen. Claro que me es útil tu blog. Es todo un banco de imágenes. A veces tardo más en encontrar una imagen para ilustrar mis entradas, que en escribirlas. Tu sitio web me facilita mucho las cosas.
Buena semana.
Un abrazo.
Ahora que lo dices, Perikiyo, sí que lo recuerdo... Acuérdate tú también de mí cuando empiecen a pagarte los réditos de tu primera novela, jajajaj...
ResponderEliminarAbrazo!
Namaste, compañero, namaste.
ResponderEliminarOnminayas, de eso nada. Tendrás que conformarte con un ejemplar firmado. Ja,ja,ja.
ResponderEliminarAntes llegará tu primera novela, que la mía.
Buena semana.
Hola, Pedro.
ResponderEliminarMe gustó mucho tu entrada sobre la boda bereber.
Gracias por asomarte.
Saludos.
Hola Perikiyo!! Me dejaste sin palabras. Qué remate buen logrado.
ResponderEliminarMuy buen relato amigo.
Besossss
Y del sueño pasamos a la pesadilla que es la realidad...
ResponderEliminarPD. Gracias a ti por tu comentario. No hay nada mejor que hacer sonreír a un niño. Y dile a Pablo que, sin duda, él es el protagonista del relato. ¿O acaso existe otro Pablo capaz de devolvernos los colores?
¡Hola, Gabi!
ResponderEliminarTú siempre tan amable.
Te mando un fuerte beso, directo a Rosario.
Hola, Sara.
ResponderEliminarBienvenida a Barataria.
Ten por seguro, que se lo diré a Pablo.
Muchas gracias.
Qué nudo me ha quedado....
ResponderEliminarNegrevernis, siento haberte creado ese nudo. Ahora el del nudo, soy yo.
ResponderEliminarSaludos.
Que buen relato!
ResponderEliminarYo he intentado solo por curiosidad andar a ciegas dentro de mi casa y mira q conozco todas las áreas pero apenas 'apago las luces' todo se me hace mas lejano o mas cercano y pierdo la noción del espacio.
Es realmente dificil así que debemos valorar nuestras capacidades pero sobre todo respetar a quienes a pesar de no tenerlas logran desempeñarse incluso mejor que muchos de nosotros.
Saludos!
Un relato angustioso de verdad. Y cuando todos pensábamos una cosa, lo has vuelto de revés.
ResponderEliminarConseguir transmitir la angustia es algo complicado amigo cuentacuentos.
Tu no solo la has transmitido. Nos la has grabado a fuego
Espectacular
Un saludo caótico
Precioso y tan triste...
ResponderEliminarHola Gracielawer.
ResponderEliminarTienes toda la razón.
No sólo debemos valorar lo que tenemos, sino a quienes no lo tienen y, sin embargo, se desenvuelven en la vida.
Gracias por venir.
Besos.
Hola, Yandros.
ResponderEliminarAgradezco tus eslogios, desde tu Torre del Caos.
Un abrazo, cuentacuentos.
Dra Jomeini, muchas gracias.
ResponderEliminarSí que es triste mi relato, pero es lo que salió.
Bienvenida a Barataria.
Hola perico,
ResponderEliminarA mi la única frase que me ha sorprendido ha sido la última, ya que parece que se ha quedado ciego el dia antes.
Un saludo!!
Hola, Reithor.
ResponderEliminarNo se había quedado ciego, sino ciega, pues explico en el relato que se llamaba María. Y no lo había hecho el día antes. Simplemente, durante la noche, soñó que veía. Fue un sueño muy real. Por eso cuando despertó, tuvo la sensación de que los colores ya no existían, de la noche a la mañana. El sueño le pareción tan real, que hasta que no pasó un rato no fue consciente de que había despertado, y seguia ciega.
Espero que ahora lo hayas entendido.
Gracias por comentar.
Saludos.
Me encantó, Perikiyo. Como nos introduces tras esos ojos, mas allá de su penumbra y por unos instantes podemos ver el interior de un sueño.
ResponderEliminarSentirlo hasta el último momento en que un muy conseguido final nos lleva a la cruda realidad.
Enhorabuena, un abrazo
Muchas gracias, Carlos.
ResponderEliminarEs un placer recibirte aquí, y un privilegio que me leas.
Saludos.