Hace 4 horas
Publicado por
Perikiyo
-Ya empiezo a estar cómodo. Lo hacen ustedes a posta, ¿verdad?. Este cómodo asiento, esta luz tenue, el ambiente relajante... Así, quienes venimos aquí, nos relajamos y nos sinceramos.
-¿Es eso lo que quiere, señor Álvarez, sincerarse?
Se produjo una breve pausa.
-Mi mujer me ha dejado.-Suspiró.- Se largó hace una semana con su profesor de Yoga, veinte años más joven que ella.
-Entiendo.
-El mismo profesor de Yoga al que yo pagaba un pastón cada més, para que acudiera a mi casa, ocupara mi salón, y, ahora lo sé, se pasara por la piedra a la muy...-Apretó los dientes.
-Puede decirlo, si lo desea. Viene bien desahogarse.
-Para colmo, mi hija se ha puesto de parte de su madre. Claro, no me extraña. Siempre están juntas. Cuando van de compras, al gimnasio, a la peluquería, al club de tenis... Mientras, yo, quemándome la vida para ganar el dinero que ellas derrochan y disfrutan.
-Mmmmh. Comprendo.
-¿Que comprende? ¿Seguro que comprende? ¡Porque yo no lo comprendo!.-Respiró hondo.-Perdone, no debí levantarle la voz.
-No se preocupe, Señor Álvarez. Su enfado es lógico. Le comprendo porque no es la primera vez que se me presenta un caso así. Ya son muchos años.
-Claro, claro. Usted aquí, habrá visto de todo.
-Casi de todo, Señor Álvarez.
-Oiga, ¿le gusta su trabajo?
-Es peor que algunos y mejor que muchos. Por cierto, Señor Álvarez, ¿Ha pensado ya en lo que quiere tomar?. No me pagan sólo por apoyarme en la barra y conversar con los clientes.
-Si, claro... por favor, sírvame un Bloody Mary.
-En seguida, señor.
Category:
REFLEXIONES,
relato
82
comentarios
Esta vez has puesto la imagen para despistar, eh?. Genial como siempre hasta el final, que nunca es lo que te imaginas. Real como la vida misma.
ResponderEliminarMuchos besos.
jajaj pues yo lo pesqué, muchos años de sillón como para no saber jajaja
ResponderEliminarde todas genialll!!
Besos
Noe
yo lo pesque jeje, que linda entrada espero que tengas una linda semana,abrazos y buenas noches.
ResponderEliminar....▓
ResponderEliminar....▓▓▓
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REAL COMO LA VIDA MISMA JEJE GENIAL,QUE TENGAS UNA GENIAL SEMANAAAAA
ABRAZOS DE TU AMIGO CHRISTIANNNNNNNN
Uno cree al inicio que está con un psicoanalista, pero a medida que iba leyendo me preguntaba cómo ibas a darle término a esta historia, que pareciera hilarante, pero tiene todo un trasfondo muy humano.
ResponderEliminarDigno de un escritor como tú amigo, hasta el final no nos enteremos de lo que pasa y nos das un final inesperado.
Besos y feliz semana
Jajajaja, buena panorámica, si señor....
ResponderEliminarAgur un saludo.
Buena terapia, si señor! Los camareros que nos ofrecían las películas de los años cuarenta eran eso, verdaderos psicólogos del cliente. Hoy, con las prisas, sólo se dedican los pobres a servir bebidas (que en el fondo es su trabajo)
ResponderEliminarTe superas día a día, Perikiyo.
Un abrazo.
Hola Perikiyo, coincido que está entretenido, yo no pille lo del Bar pensé en un pricipio en el divan del psiquiatra. Habría sido demasiado evidente. Lo que narras es rela, dia a dia casos a centenares, de incomprensiones, separaciones, soledades...
ResponderEliminarMe ha hecho gracia lo del profesor de yoga, me ha dado una idea el mio solo tiene 32 añitos jajajaj (pero no es mi tipo es demasiado delgaducho).
Bien escrito y con estilo.
Un beso
Monsieur, que triste ha de ser llegar a ese punto en el que el unico confidente que encontramos es el barman.
ResponderEliminarY parecia que su trabajo solo consistia en poner copas. Hasta de psicologos tienen que hacer muchas veces!
Feliz martes, monsieur
Bisous
Pero qué bueno...
ResponderEliminarYo también pensé en una consulta, imaginé el diván, la cara de aburrimiento del terapeuta, con sus gafas de pasta negra y esas cosas (malditos estereotipos), jaja.
Me encantan los finales sorprendentes y demoledores. Así que chapó, Monsieur Perikiyo. Como siempre.
Y un montón de besos.
¡Una vez mas me has pillado!!!, me esperaba otro final, jaja, muy bueno Perikiyo, crei que estaba relamente en el psicoanalista (que cortita soy a veces). Me gusta mucho como cierras tus relatos, con pocas palabras resumes todas las conclusiones posibles.
ResponderEliminarBesinos genio.
Hola Perikiyo!! Me encantan tus relatos, directos, claros y con finales inesperados. Excelente trabajo amigo.
ResponderEliminarbesossss
Hola, Nikkita.
ResponderEliminarGracias por asomarte por aquí. Esta noche leeré tu entrada de hoy. Ahora tengo poco tiempo y, las cosas buenas, merecen cierta dedicación.
Besos, crack.
Hola Noe.
ResponderEliminarAsí que me has pescado. Bueno, al fin y al cabo, he ido dejando alguna que otra pista sutil.
Gracias por tus palabras.
Besos.
Lucero...
ResponderEliminarOtra que me ha pescado. Te deseo también una linda semana, llena de alegrías.
Un fuerte abrazo.
Hola, Christian.
ResponderEliminarAnte todo, bienvenido a Barataria.
Te había visto por ahí, en otros blogs amigos, siempre con esos curiosos dibujos que formas en tus comentarios.
Gracias por tus palabras. Vuelve cuando quieras.
Un abrazo.
Hola, Orianna.
ResponderEliminarEres muy amable, pero eso de escritor, me viene muy, pero que muy grande.
Besos.
Hola, Montxu.
ResponderEliminarSi, menuda panorámica.
Saludos, poeta.
Hola, Onminayas.
ResponderEliminarLo has clavado. He querido homenajear a los camareros de aquellas películas. Siempre me han parecido unos personajes llenos de sabiduría y prudencia.
Un fuerte abrazo.
Hola, Katy.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus amables palabras.
Por cierto, ten cuidado, que a los profesores de Yoga, los carga el diablo.
Ja,ja,ja.
Muchos besos.
Efectivamente, Madame.
ResponderEliminarEso es tener oficio. No sólo es poner copas. También es enjugar lágrimas, poner el hombro, servir de desahogo para la atormentada alma del desdichado cliente.
Feliz martes para vos también, Madame.
Hola, Elena.
ResponderEliminarGracias por venir.
Estaré pendiente de la fase en la que se encuentra la Luna.;)
Muchiiiiiiiiísimos besos.
Hola, Fabia.
ResponderEliminarPerdona, pero tú eres cualquier cosa, menos "cortita".
Besos.
¡Hola, Gabi!.
ResponderEliminarA mí sí que me encantan tus escritos. Espero impaciente otra creación tuya.
Besos.
Soy de las que sorprendiste, me gustó mucho ese final. Podría haber sido un taxista, un peluquero, el jardinero o el dentista (fue mi caso), a la hora de llorar penas, cualquier oido viene bien.
ResponderEliminarBesos.
Perikiyo...
ResponderEliminarGenial tu relato. A mi, al menos, me confundiste, y bien que lo hiciste,je,je. Muy bien narrado y con ritmo. Enhorabuena.
Un abrazo y feliz semana
Hola, Cris.
ResponderEliminarTienes mucha razón, cualquier oído vale.
Besos.
Félix...
ResponderEliminarAgradezco mucho tus palabras.
Feliz semana a tí también.
Un abrazo.
Me uno a los "engañados" hasta el final. Gracias por la sonrisa que has provocado.
ResponderEliminarMe encantan tus relatos, al final, nunca, nada es lo que parece ser.
ResponderEliminarEn cuanto a lo del bar con 7 años de camarero te podría contar algunas parecidas pero, seguramente, mucho peor escritas.
Saludos
jeje... yo estaba convencida que estaba de terapia con el sicólogo, jeje...
ResponderEliminarMuy bueno.
La verdad es que a los camareros deberían pagarles el doble por todo lo que tienen que aguantar.
Un abrazo
Hola, Chesana.
ResponderEliminarSi te he provocado una sonrisa, entonces estoy encantado de haberte podido "engañar".
Gracias por tu visita.
Saludos.
Hola, Flores.
ResponderEliminarNo te menosprecies. Te he leído en "Nube de historias". Escribes muy bien.
Saludos.
Hola, Gata.
ResponderEliminarYo también pagaría el doble a los camareros y a cualquier persona que trabaje de cara al público.
Gracias por tu visita.
Un abrazo.
Fijate que yo tambien estaba viendo a ese angustiado hombre tirado en en divan.
ResponderEliminarBuen confesionario tambien la barra de un bar.
Muy bueno Perikiyo.
Besos
Gracias, Gala.
ResponderEliminarMe encanta ver esa florecita por aquí.
Besos.
Me encanta, jajajaa, una sonrisa antes de irme a dormir.
ResponderEliminarPero qué real.
Saluditos.
Hola, Negrevernis.
ResponderEliminarY tan real. Creo que existirán muchos casos así.
Felices sueños.
Ja,ja, genial, confieso que he "picado" he creido que el buen hombre estaba en la consulta.
ResponderEliminarAbrazos.
Me encantas, cuando entro a leerte estoy siempre a ver si te pillo, pero amigo, eres invencible.
ResponderEliminarNo estaría mal darles un plus a los camareros por psicologos, jajaja.
Eres genial, no me canso de decirlo.
Muaks.
me lo imaginé...
ResponderEliminarpero a muchos les funciona mejor que un terapeuta =)
Saludos, Madreselva.
ResponderEliminarGracias por estar siempre presente en mi pequeño rincón.
Besos.
Alalba, no me digas esas cosas, que me pongo colorado.
ResponderEliminarTe mando un millón de besos, amiga.
Gracielawer...
ResponderEliminarEfectivamente, puede funcionar mejor un camarero, que un terapeuta. ¿Sabes?, deberían existir terapeutas dedicados a los camareros. Los pobres, tienen que estar siempre escuchando cada historia...
Besos.
Hola Perikiyo!! Pasaba para decirte que en mi blog hay un regalo para vos. No es Blog del día, pero está lleno de afecto.
ResponderEliminarBesossss
Hola tengo un mimo muy especial para ti en mi blog:
ResponderEliminarhttp://katy-tocandootrospalillos.blogspot.com/.
Con total libertad puedes venir a recogerlo si así lo deseas. Lo he recibido con cariño y así te lo hago llegar. Un abrazo
P.D. Hay un enlace no me elimines please :-)
Me alegro mucho de que te hayas topado con mi blog, me ha encantado el tuyo.
ResponderEliminarCon tu permiso, también me quedaré por aquí.
John W.
Recibe una cordial bienvenida, Polidori.
ResponderEliminarNos leemos.
Hola, Katy.
ResponderEliminarMuchas gracias. Lo recogeré y lo guardaré junto a los demás, con el mismo cariño con el que me lo entregas.
No te preocupes, a tí nunca te eliminaré.
Un fuerte abrazo.
¡¡Buenísimo!!
ResponderEliminarUna historia muy real con tono de humor.
Alejandro
¿Sabes Pedro? Muchos días me siento identificada con ese camarero. Ahora que la la situación económica está haciendo verdaderos estragos en muchas familias, los que trabajamos en entidades financieras somos paño de lágrimas de, por desgracia, muchos clientes. Y créeme que se pasa mal. Y créeme que hay muuuuchas historias tristes, muchas personas desesperadas, y muchísima gente necesitada de apoyo. Una verdadera pena.
ResponderEliminarBesoooos.
Hola, Gabi.
ResponderEliminarComo bien dices, tu regalo no es el Blog del Día, pero es un regalo de mi amiga Gabi, de Rosario. Eso para mí, tiene mucho valor. Lo recibo con el mismo cariño con que me lo entregas.
Muchísimas gracias, amiga.
Te mando un fuerte abrazo y muchos besos.
Hola, Alejandro.
ResponderEliminarTe agradezco enormemente tus comentarios y visitas. Me alegro de que te haya gustado.
Me encantan tus Retazos. Son verdaderas obras de arte que nos regalas en tu blog.
Nos leemos.
Un abrazo.
¡Hola, Irene!
ResponderEliminarComo ya ha dicho Cris, cualquier oído viene bien.
Sobre todo si se trata de personas que como tú, trabajáis en esos lugares que están llenos del tan necesario dinero.
Ahora, con los bancos, pasa lo mismo que antiguamente en las confiterías. La gente se queda mirándolos desde fuera con muuucha envidia, y cayéndosele la baba. Ja,ja,ja.
Muchos besos, guapa. Y uno muy especial para esa personita tan preciosa que me tiene enamorado.
Nos vemos.
Muy bueno, ese barman psicologo, un relato como siempre en tu blog que sorprende.
ResponderEliminarUn saludo!!
Hola, Marga.
ResponderEliminarVeo que te ha gustado. Me alegro.
A pesar de estar tan liadilla con tus maravillosos retratos, sacas tiempo para visitarme. Te lo agradezco.
Saludos.
El amigo Pedro siempre con sus emocionantes relatos e inesperados finales. ¡Eres todo un maestro del suspense!, jejeje...
ResponderEliminar¡¡Enhorabuena!!
Cordiales saludos
v.j.
P.D. También eres "campeón" en el número de comentarios.
Como siempre sorprendiéndonos.Muy gracioso lo de haber puesto esta ilustración....Creía que la sorpresa final sería de otro tipo.Bribón,te encanta jugar con nosotros.
ResponderEliminarDeberían incorporar este tipo de visitas en los bares en la seguridad social.Al final el resultado es el mismo que yendo a un psicólogo:desahogarte sin que te den una solución....
Buen fin de semana amigo.Un abrazo.
Hola, Uvejota.
ResponderEliminarAgradezco mucho tus palabras.
Lo de los comentarios, es algo que tengo que agradecer a todos los que, amablemente, gastáis un poquito de vuestro tiempo visitando este lugar. Es algo que no tiene precio.
Gracias otra vez.
Un saludo.
Hola, Sagitaire17.
ResponderEliminarComo bien dices, el resultado es el mismo que yendo a al psicólogo, solo que, con una copita, se pasa mejor el mal momento, je,je.
Gracias por tu presencia aquí.
Un abrazo.
Que bueno, como siempre sorprendiendo y sacando carcajadas. Sigue así ;-)
ResponderEliminarUn saludo,
Laura.
Gracias, Laura.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Genial, como de costumbre.
ResponderEliminarRealmente algunos camareros tienen más experiencia en estos temas que muchos psicólogos.
ResponderEliminarMe pilló desprevenido.
Hola, Nacho.
ResponderEliminarTe agradezco los elogios.
Realmente, algunos camareros, sobre todo los que tienen más oficio, son verdaderos psicólogos. Bueno, los camareros y cualquier persona que trabaje de cara al público.
Espero que Pablo esté bien.
Saludos y, otra vez, enhorabuena.
Buenisima la entrada, empezar relajada en un comodo sofa de una sala de un psicologo para terminar apoyada en la barra de un bar. ¡¡¡Perfecto!!! Saludos.
ResponderEliminarPues a mí me despistaste, Perikiyo.
ResponderEliminarLo bueno de los cuentos dicen que es el efecto sorpresa del final, y tú lo conseguiste.
Un abrazo.
Hola, Mirada de Ángel.
ResponderEliminarAgradezco tus palabras.
Me alegro de que te haya gustado.
Un beso.
VerboRhea...
ResponderEliminarMuchas veces, lo bueno no es cómo empiezan las cosas, sino cómo acaban.
Gracias por venir.
Un abrazo.
Muy bueno, genial diría. No sabía que iba a desembocar en eso....
ResponderEliminarGracias por pasar por mi blog, Pedro.
Te cuento que la de la foto es mi hija mayor, somos parecidas y gracias por confundirnos, jaja.
Saludos y que pases un muy buen domingo.
Elisa
Hola, Elisa.
ResponderEliminarGracias a tí por pasarte por este humilde rinconcito.
Así que la de la foto es tu hija.
Pues las dos sois muy guapas. A tí no te he visto, pero como dices que os parecéis, pues eso.
Un beso, Elisa.
Una verdad como un templo: que la gente se sicoanaliza en la barra de un bar con luz tenue y un barman atento... Y que da mejor resultado que un siquiatra.
ResponderEliminarY por cierto, un cliente con buen gusto, porque ha pedido un Bloody Mary.
Hola, Meg.
ResponderEliminarDesde luego que sí. Sobre todo si el camarero es bueno.
Te confieso una cosa: Puede que o te lo creas, pero la idea del Bloody Mary, me vino de tí. Palabra.
Besos.
Estupendo. Enhorabuena. Saludos
ResponderEliminarmi blog de diseño con Photoshop:
http://www.ramonferrera.blogspot.com
Saludos, Ramón.
ResponderEliminarConozco tu blog. Lo visito de vez en cuando. Es de agradecer los tutoriales que haces sobre el tratamiento de fotografías. Sobre todo para los que somos muuuuuy torpes para esos menesteres.
Bienvenido a Barataria.
Buenisíma esta entrada.... para mi que hacía tiempo que no entraba.... chapeau- Gracias por arrancarme la sonrisa que me cuesta. un saludo desde este rincón del mundo
ResponderEliminarMuy bueno!! A veces nada mejor que hacer terapia es charlar con un buen amigo de verdad, que nos escuche y comprenda.
ResponderEliminarSaludos
Hola, Guardiana.
ResponderEliminarMe alegro de haberte arrancado una sonrisa. Es el mejor elogio que puedo recibir.
Un beso. Gracias por venir.
Silvana, tienes mucha razón.
ResponderEliminarDonde se ponga un buen amigo que sepa escuchar, que se quiten los psicólogos, el prozac y los divanes.
Un beso.
Me has pillado por sorpresa. Has conseguido engañarme haciéndome creer que se trataba de la consulta de un psiquiatra o un psicólogo. Muy bueno.
ResponderEliminarSechat...
ResponderEliminarGracias por venir.
Me alegro de haberte sorprendido.
Saludos.
Los camareros son mas psicologos que muchos de los que estan en las consultas! Deben de escuchar cada cosa... Y lo mejor, es que sus respuestas siempre son alentadoras y saben decir lo que la otra parte quiere escuchar.
ResponderEliminarUn homenaje en toda regla para los camareros, sin duda.